El inicio de un año nuevo es ocasión para reflexionar sobre los aprendizajes que tuvimos el año anterior y detectar áreas de mejora para el siguiente ciclo. En este artículo desmitificamos las 5 creencias erróneas más comunes sobre la FIEL para que inicies el año dejando atrás viejas ideas sobre esta herramienta y dando pasos firmes hacia la digitalización de tus operaciones.
1. Nadie tiene FIEL
Nada más alejado de la verdad. Al mes de noviembre de 2019, más de 13.5 millones de personas físicas cuentan con su FIEL (lo cual equivale a aproximadamente el 25 % de la Población Económicamente Activa), además de 1.6 millones de personas morales. El volumen de personas tramitando su FIEL nunca había sido tan grande y cada día hay más personas que obtienen la suya (más de 6,800 en promedio, de hecho).
Además, desde el 2018 es necesario contar con la e.firma para tramitar la cédula profesional. Este año los gobiernos de Ensenada, Tamaulipas y Tlaxcala incorporaron el uso de la FIEL para trámites y servicios que ofrecen a la población. También el Registro Público de Coahuila adoptó el uso de la e.firma para solicitar actas de nacimiento, matrimonio, entre otras.
2. Si mi documento va a litigio, el juez no sabrá qué hacer con mis pruebas electrónicas
Es un temor común que se basa más en prejuicios y temor a lo desconocido que en situaciones reales. Los jueces en México están familiarizados con la firma electrónica. Además de la gran cantidad de documentos electrónicos que se presentan en juicio —la mayoría debido al SAT— al ser servidores públicos los magistrados presentan sus declaraciones patrimoniales firmándolas con la FIEL.
En el caso de Mifiel, múltiples contratos firmados en nuestra plataforma se han ido a juicio con excelentes resultados.
3. Seguramente mi abogado se opondrá
Aunque este argumento era ciertamente común hasta hace unos años, ha dejado de serlo. Con mayor frecuencia son los abogados mismos quienes se acercan buscando soluciones de firma electrónica como Mifiel y demuestran estar familiarizados con sus aspectos legales.
Un claro ejemplo del cambio de mentalidad en el gremio es el caso de los corredores públicos. En su convención anual una de las ponencias trató sobre el uso de la firma electrónica avanzada en el contexto de la correduría pública.
4. Nadie sabe usarla
Este era el caso cuando los sitios para firmar requerían Internet Explorer y plug-ins de Java. Sin embargo, al extenderse el uso de la FIEL en otros contextos, su usabilidad ha mejorado muchísimo. Únicamente en el caso de Mifiel, en tan solo 4 años, cerca de 20,000 personas han firmado documentos de todo tipo.
Hoy en día firmar usando la FIEL/e.firma es muy simple: las plataformas en línea funcionan en cualquier sistema operativo, en los navegadores más comunes y sin necesidad de instalar ningún programa o plug-in.
5. La FIEL solo sirve para firmar documentos fiscales o con dependencias de gobierno
El hecho de que el SAT sea el organismo oficial que emite los archivos que se usan para firmar hace pensar que la e.firma solo se puede usar para cuestiones fiscales o, cuando mucho, para trámites relacionados con entidades gubernamentales. En ocasiones también se piensa que el SAT va a poder ver todos los movimientos que haces usando tu FIEL. Nada más lejos de la verdad.
Hay que pensar en la FIEL como una licencia de conducir. A veces la usamos para identificarnos en algún banco o realizar un trámite. Pero eso no significa que la Secretaría de Transporte o Vialidad pueda cobrarse una multa que tengamos de nuestra cuenta bancaria o que lleven un registro de dónde anduvimos.
Así que ya lo sabes, si quieres iniciar el año con el pie derecho, olvida estas viejas creencias que limitan el desarrollo de tu empresa y avanza hacia nuevas formas de hacer negocios.
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